Consejos para triunfar como Microemprendedor

Quedarse sin trabajo puede convertirse en la peor pesadilla o en la oportunidad perfecta para poner en marcha nuestro propio emprendimiento. El estado actual del mercado laboral ha hecho que aumente considerablemente la cantidad de candidatos que aspiran a un mismo puesto de trabajo, una tendencia que convierte la búsqueda de trabajo  en una misión casi imposible.

Es dentro de este contexto donde la palabra microemprendimiento se convierte en la iniciativa perfecta para poder salir de esta situación trabajando por cuenta propia. Existen diversas alternativas de emprendimientos que no necesitan importantes sumas de dinero para ponerse en marcha sino que basta con una mínima inversión y muchísimo esfuerzo y dedicación.

A continuación relaciono algunos consejos básicos que le ayudaran en su tarea como Microemprendedor y colocaran las posibilidades de éxito a su favor:

Desarrollar la idea: Es el pilar de cualquier emprendimiento, por lo que hay que asegurarse que sea rentable y que cubra una necesidad latente. No es necesario que sea algo que no exista en el mercado, ya que muchas veces basta con reinventar algún producto o servicio que ya existe, mejorándolo o adaptándolo a las nuevas necesidades.

Asesorarse: Recurrir a organizaciones o a instituciones públicas o sin ánimo de lucro para pedir asesoramiento a la hora de iniciar un emprendimiento puede allanarnos bastante el camino. Conocer los principales aspectos legales, financieros y funcionales es una buena forma para no cometer errores de principiantes.

Hacer networking: Servirá para conocer las últimas novedades del sector, nutrirse de nuevas ideas, conocer profesionales que pueden convertirse en colaboradores o, incluso, contactar con potenciales clientes. Participar en seminarios, formar parte de grupos en las distintas redes sociales y asistir a conferencias y a cursos gratuitos, es un método perfecto para confrontar ideas, perfilar aún más el negocio y crear nuevas relaciones laborales.

Realizar un plan de negocios: Es la guía en la que aparecerán los objetivos tanto a mediano como a largo plazo. Un plan que dejará en evidencia tanto los puntos fuertes como los puntos débiles del proyecto  y que servirá para presentar el negocio a posibles inversores o a entidades que ofrezcan programas de préstamos para microemprendimientos.

Conocer a la competencia: Realizar un análisis de mercado para saber quiénes son nuestros competidores directos e indirectos y qué productos o servicios ofrecen es fundamental para poder obtener un resultado innovador que nos diferencie del resto.

Ser flexible: Es necesario ser paciente, realista y no dejarse abrumar por los primeros obstáculos. Observar y valorar objetivamente los resultados que se obtienen y ser capaz de rectificar y saber adaptarse a los cambios es imprescindible para sobrevivir a los primeros tiempos.

Buscar colaboradores: Hay que ser conscientes de nuestros límites y de que probablemente no podremos hacerlo todo. De ahí la importancia de crear una red de colaboradores especializados en distintos ámbitos a los que dirigirse para poder resolver ciertas cuestiones.  Es una especie de consultoría que sirve también para aprender sobre el tema en cuestión.

Gestionar el tiempo: Está claro que al inicio habrá que trabajar una mayor cantidad de horas. Sin embargo, esto no puede convertirse en una rutina. Es necesario  descansar correctamente, tener momentos de ocio y marcarse un horario para que nuestra productividad no caiga en picada.

Ahorrar en costes: Una buena forma de hacerlo es trabajar desde casa y aprovechar las infinitas posibilidades de Internet. Darse a conocer a través de las redes sociales con la publicación de contenidos relacionados tanto con el negocio como con el sector de pertenencia, será de gran ayuda para crear una comunidad de seguidores.